Ayuntamiento de Santander


El Ayuntamiento declara en ruina una edificación en la calle Adarzo 109 y ordena su derribo

21 Oct 2018
Ayuntamiento de Santander
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La edificación presenta un estado de agotamiento generalizado y parte de la cubierta ha colapsado

El Ayuntamiento de Santander ha declarado en ruina inminente una antigua vivienda situada en el número 109 de la calle Adarzo y ha ordenado a los propietarios la demolición del inmueble, dado el mal estado generalizado de la construcción y el riesgo de derrumbe.

La decisión se adopta a la vista de los informes técnicos del servicio municipal de Arquitectura que constatan que la edificación presenta un estado de agotamiento generalizado y que parte de la cubierta ha colapsado.

Según ha explicado el concejal de Infraestructuras, Urbanismo y Vivienda, César Díaz, se trata de una construcción anterior al año 1920, según catastro, de unos 326 metros cuadrados de superficie construida distribuidos entre vivienda, almacén y garaje.

La edificación consta de dos cuerpos, el principal de ellos, de dos alturas (planta baja, primera y bajocubierta).

De acuerdo con los informes técnicos, se observa un deterioro generalizado de la construcción y los daños son de tal envergadura que resulta inviable su recuperación dado que se encuentra en situación de fuera de ordenación urbanística.

En uno los volúmenes, la cubierta ha colapsado hacia el interior, empujando a su vez sobre una de las fachadas en la que se aprecia un abombamiento y grietas que indican un riesgo inminente de derrumbe.

En consecuencia, a la vista de los informes, se declara la construcción en situación de ruina inminente y se ordena a la propiedad el derribo del inmueble en un plazo de siete días hábiles –desde la notificación de la resolución- y previa presentación del correspondiente proyecto en el Ayuntamiento.

En caso de no ejecutarse el derribo por parte de la propiedad, podrá hacerlo la administración municipal de forma subsidiaria, repercutiendo el coste a los propietarios.

Díaz ha explicado que esta actuación forma parte de la labor de control del Consistorio para garantizar que los propietarios cumplen con el deber de conservación de los edificios en buen estado con el fin último de garantizar la seguridad.