Ayuntamiento de Santander


La calle Cervantes queda abierta a los vehículos de los residentes desde hoy

02 Jan 2019
Ayuntamiento de Santander
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Desde que comenzaran las obras en el mes de septiembre, los vecinos con garajes particulares no han podido acceder a los mismos y durante este tiempo han estado reubicados en el aparcamiento de la Plaza de la Esperanza

La calle Cervantes ha quedado desde hoy abierta al tráfico de vehículos de residentes y a partir del lunes 7 lo hará al tráfico general, tal y como ha anunciado el concejal de Infraestructuras, Urbanismo y Vivienda, César Díaz.

Díaz ha recordado que la calle, tras su renovación, quedó abierta a los peatones el pasado 5 de diciembre y lo hizo con aceras más anchas y accesibles, convirtiéndola en mucho más atractiva para pasear, con una visibilidad mucho mayor para su comercio y con sus servicios de abastecimiento y saneamiento completamente renovados, así como con la incorporación de nuevo arbolado y los contenedores de residuos soterrados.

Desde que comenzaran las obras en el mes de septiembre y debido a las mismas, los residentes de la calle no han podido disponer de sus garajes particulares por lo que durante este tiempo han estado reubicados en el aparcamiento de la Plaza de la Esperanza.

Así, desde hoy mismo los vecinos de la calle ya pueden acceder con sus vehículos a los garajes particulares ubicados en algunos de los edificios de la zona renovada.

El concejal de Infraestructuras ha señalado que se da así un nuevo paso en la finalización de la obra de renovación urbana de Cervantes, que comenzó con el acceso por parte de los peatones y ha seguido con el de los vehículos de residentes a sus garajes particulares.

Para que el proyecto de renovación de la calle sea una realidad en su totalidad solo queda por abrir el tráfico general a vehículos, que se llevará a cabo el próximo lunes 7.

Tal y como ha detallado Díaz, una vez abierto se hará un seguimiento de cómo se comporta el tráfico al pasar de dos a un único carril de circulación, por si en algún momento no fuera lo suficientemente fluido y se hiciera necesario tomar medidas adicionales o incluso plantearse la necesidad de limitarlo a un tráfico restringido, bien de manera total o durante determinadas horas del día.

Un espacio más funcional, más habitable y más accesible

La actuación que se ha llevado a cabo en la calle Cervantes ha consistido en la renovación integral del tramo comprendido entre Cisneros y Jesús de Monasterio, el soterramiento de los contenedores y la plantación de arbolado, así como la sustitución de las redes de abastecimiento y saneamiento y otras actuaciones y mejoras en calles del entorno.

El objetivo de esta actuación es que los vecinos, comerciantes y usuarios de esta calle, que concentra una importante actividad, ganen en calidad de vida, con un espacio más funcional, más humano, más habitable y, además, más accesible.

La calle Cervantes cuenta ahora con una zona central para la rodadura de vehículos en un solo carril pavimentado con adoquín de granito para diferenciarse de las aceras. Por su parte, las aceras han pasado a tener un ancho mínimo de 1,80 metros, tal y como establece la normativa de accesibilidad, y están diseñadas con un pavimento a base de losas de granito.

También se ha dotado a la calle de 11 árboles, se ha colocado nuevo mobiliario urbano y se han soterrado los contenedores, que estaban en superficie.

Asimismo, el proyecto ha incluido la sustitución de las tuberías de abastecimiento de las calles Cervantes y Miguel Artigas y de todas sus acometidas, así como la instalación de nuevas tuberías de saneamiento, la colocación de una red de riego y la instalación de un nuevo hidrante a propuesta de los bomberos municipales.

El proyecto ha contemplado también trabajos en otros espacios de las inmediaciones, entre ellos, la calle Miguel Artigas, donde se ha renovado el pavimento de la acera -siguiendo el modelo de la calle Rubio-, se ha colocado nuevo mobiliario urbano y se han plantado 8 nuevos árboles.

También se han previsto las actuaciones necesarias para habilitar el tráfico por la calle Florida, de tal manera que los vehículos procedentes de Cisneros bajan ahora por este vial hacia la calle Rubio y, desde ahí, toman Isabel La Católica para incorporarse a la calle San Luis o realizar el giro sobre el falso túnel de la calle Burgos para dirigirse hacia Pasaje de Peña.

Para regular estas circulaciones se han instalado cuatro nuevos semáforos y se ha modificado la ubicación de uno existente.

El proyecto también ha incluido la instalación de semáforos en los pasos de peatones de la calle Lealtad (en las intersecciones con Juan de Herrera y San Francisco), para regular el flujo de vehículos que se redirigirá por esta zona.

La ejecución de las obras fue adjudicada a la empresa SIEC, por un presupuesto de 1.270.500 euros.