Ayuntamiento de Santander


El edificio habitado más antiguo de Santander recibe una ayuda por la rehabilitación de su fachada

16 Dec 2018
Ayuntamiento de Santander
ayuda_rehabilitacion_fachada_edificio_mas_antiguo_habitado_0.jpg

El inmueble, ubicado en la calle Alta número 30, fue construido por mandato de Antonio Fernández de Estrada, alcalde de la ciudad en 1791

El edificio residencial habitado más antiguo de Santander ha recibido una ayuda de 1.400 euros para la rehabilitación de su fachada. Se trata del inmueble situado en la calle Alta número 30, tal y como ha informado el concejal de Infraestructuras, Urbanismo y Vivienda, César Díaz.

La Junta de Gobierno Local ha aprobado el pago de esa cantidad y el de otras dos más que ascienden a 1.731 euros para la comunidad de propietarios de Bonifaz 17 y de 1.852 euros para la de la calle Arrabal 17 como subvención por las obras ejecutadas en sus inmuebles para la rehabilitación de fachadas.

Asimismo, se ha dado el visto bueno a una ayuda para la comunidad de propietarios de la calle Castilla 51 por importe de 13.500 euros para la instalación de un ascensor.

Según los datos que maneja el Ayuntamiento, el número 30 de la calle Alta es el edificio residencial habitado más antiguo de Santander y fue Antonio Fernández de Estrada, alcalde de la ciudad en 1791, quien le mandó construir y poner el escudo en su fachada.

Aunque no hay constancia de la fecha concreta en la que se instaló el escudo, se cree que fue a mediados del siglo XVIII.

Según escribió María del Carmen González Echegaray en el libro de escudos, en su tomo II página 43, Antonio Fernández de Estrada, que nació en Santander en 1723 y que de muy joven se fue a vivir a Méjico, regresó a Santander con 25 años y a los 38 se convirtió en alcalde de la ciudad.

Se casó con una pariente, Francisca de Estrada y Rivas-Cacho y ambos vivieron en esta casa de la calle Alta 30. Ella era a su vez hermana de Manuel de Estrada y Rivas Cacho, que fue también alcalde de la ciudad en dos ocasiones.

El concejal ha destacado que a través de estas ayudas se incentiva la mejora y mantenimiento de edificios catalogados. De esta manera, ha dicho, “se ayuda a las comunidades de propietarios a afrontar este tipo de actuaciones que redundan, por un lado, en la conservación y la mejora de la accesibilidad de los inmuebles y, por otro, en el mantenimiento de la imagen urbana y recuperación del patrimonio arquitectónico de la ciudad”.

Las ayudas para la rehabilitación de fachadas se destinan a edificios catalogados por el planeamiento y prevén subvenciones tanto para obras generales (revocos, enfoscados, pintura, arreglo de balcones…) como para trabajos especiales (recuperación de elementos arquitectónicos y arreglos que requieran mayor especialización).

Por su parte, en el caso de las ayudas a los ascensores, se dirigen a fomentar la instalación de este tipo de equipamientos en edificios preexistentes que carecen de él, mejorando con ello la accesibilidad para sus residentes.