Ayuntamiento de Santander


Carnavales de Santander

 

PORTADA

          

           El Carnaval según Montesino [1] siempre ha actuado como un rito al servicio de la identidad de las gentes y la subversión simbólica y transitoria del orden establecido.

           Esta festividad representa una inversión del orden y la libertad, tratándose de una válvula de seguridad que permite que la población se divirtiera y transgrediera los órdenes establecidos pero dentro de un control social.

           El carnaval santanderino fue tradicionalmente organizado en función del Miércoles de Ceniza con el que se da inicio al tiempo eclesial de la Cuaresma, de modo que simbólicamente, el exceso llevado a cabo durante la festividad será purificado en el cumplimiento de la Cuaresma. Los días grandes de los carnavales sería el sábado por la tarde, el domingo (celebración del Carnaval Infantil), el Martes de Carnaval, el Miércoles de Ceniza (con el “entierro de la sardina”) y el Domingo de Piñata (ya en plena Cuaresma). Con respecto al “entierro de la sardina”, Montesino [2] nos subraya que los más importantes se dieron en los años 1853, 1869, 1884, 1913, 1914 [3] y 1915.

           Con respecto a las comparsas de Carnaval santanderinas más famosas antes de la Guerra Civil destaca “El Cencerro”, nacida en 1881 y manteniendo su actividad durante cuatro décadas, cantando las letras de gente tan ilustre como José Estrañi, director de El Cantábrico. Otra comparsa que también fue célebre es “La Mascarada de la Luz”, teniendo su nacimiento en 1900 y organizada por el Orfeón de Cantabria y El Noticiero Santanderino, habiendo sido creada para despedir al “Siglo de las Luces” (de ahí su propio nombre). También hubo otras comparsas asociadas a gremios de Santander, como “Los Zapateros” y “Los Vulcanos” (estos últimos del gremio de herreros y cuyo nombre clásico sin querer enlazaba la festividad con su pasado romano).

           También es en esta festividad donde tuvieron protagonismo unos elementos rescatados en la actualidad y que tuvieron gran notoriedad e importancia en Santander desde época isabelina: “Las Gigantillas Carnavalescas” (también empeladas en otras festividades). Sin embargo, durante el mandato del alcalde don Lino de Villa y Ceballos (1881-1883), estas graciosas efigies fueron “actualizadas”, haciendo que algunas de ellas desaparecieran en base a criterios propios.

           Ya a partir de 1931 con los alcaldes D. Macario Rivero, D. Elofredo García, D. Teodoro Gerez y D. Hermimio Villegas y hasta la Guerra Civil, la diversión carnavalesca se manifestaría más en los bailes de salón que en la propia calle, transformando una tradición eminentemente popular en una fiesta más elegante y propia de la alta sociedad. Ejemplo de ello lo tenemos en 1935, en donde El Diario Alerta nos informa de que en marzo de ese año, las celebraciones más importantes del Carnaval consistieron en un baile de máscaras para la prensa en el Teatro Pereda (antecesor del Palacio de Festivales) para el martes 5 de marzo y otros bailes de sociedad para el sábado 2 de marzo en el Club de Regatas y en el Teatro Pereda, organizados por el propio club y la Casa de Valladolid; por si estos eventos no fueran suficientes para demostrar la transformación de la festividad, el alcalde de la época, Don Teodoro Gerez Méndez, junto al comandante militar de la provincia publicó un bando en donde se prohibía el uso de caretas (o cualquier elemento que cubriera el rostro), disfraces “contrarios” al sexo o a ciertos estamentos (como los disfraces de clérigo o de militar), además de limitar el evento únicamente al Paseo Pereda (único lugar en donde se podían portar los disfraces).

 

CARNAVAL SANTANDER 1900

(Fotografía de 1900, Carnaval en el Paseo Pereda. Colección Víctor del Campo Cruz, fotografía cedida por el CDIS)

 

           Con el estallido de la Guerra Civil y la consiguiente dictadura, provocaría la prohibición del Carnaval. Con la llegada de la Democracia resurgirá esta fiesta, produciéndose en la década de los 80 en casi toda España, pues estos serían los años de mayor trasgresión, no siendo de extrañar que se comenzase dentro de esta década a celebrar el Carnaval. El primer Carnaval que se celebró en Santander fue en  1982, siendo alcalde de la Ciudad D. Juan Hormaechea Cazón, naciendo con ese carácter crítico y trasgresor que definió esta década. Al principio, por esa exaltación e idealización de la memoria de los carnavales de principios de siglo, los programas se presentaron con la estética de los libretos de 1915. La vuelta del Carnaval fue apoyada tanto por el Ayuntamiento como por la población en su conjunto, celebrándose verbenas en diversos barrios o zonas de Santander aparte de los eventos oficiales. Cabe destacar que fueron muy celebrados en del barrio de Castilla - Hermida, con desfile infantil incluido.

           El Carnaval de Santander se comenzó a celebrar antes del período de Cuaresma, como era tradición, y generalmente acababa el miércoles de Ceniza con el “entierro de la sardina”. Este primer año, 1982, se inició el sábado 20 de febrero, continuando el 21, el 23 y finalizándose el miércoles 24 de febrero. La apertura oficial fue el sábado a las 20:00, comenzando con la lectura del pregón que no se pudo leer debido al tumulto de gente.

 

CARNAVAL SANTANDER 1982

(Fotografía de 1982, Celebración del Carnaval en Santander. Realizada por Yanarelli, fotografía cedida por el CDIS)

 

           Habiendo salido de la Alameda de Oviedo hacia Correos el sábado de apertura las diversas comparsas y charangas, darían un importante y sonoro ambiente festivo y de utopía colectiva a las calles de Santander, pudiéndose ver entre otros la “comparsa-charanga de Tetúan”, los “callealteros con sus crímenes de Tadeo”, las charangas del “grupo Velarde”, la comparsa “El Descojono”, “las bellas anjanas”, “los antiotánicos” y “el autobús de Valdecilla a San Fernando”.

           Por su parte, durante el “entierro de la Sardina” abriría la marcha la “comparsa-charanga de Tetuán”, con una mujer al frente con un estandarte y otra travestida de caballero-satánico, dos domine y cantando coplas de enterramiento; portaban el ataúd que llevaba inscritos a los lados “Colza” y “Rural” (Caja Rural) los mozos de la Calle Alta hasta llegar a Puerto Chico, donde se procedió a su quema. En la guía cultural de ocio “El hablador de Santander“, Amalia Carnestolendas hizo el siguiente balance positivo:

            - Participación ciudadana.

            - Libertad festiva de crítica, sátira y parodia.

            - Espíritu lúdico y “convivencial”.

            - Autogestión organizativa por parte de colectivos ciudadanos.

            - Apoyo incondicional de los medios de comunicación.

            - Apropiación de las plazas y calles como lugares culturales.

            - Estructura festiva entroncada con nuestra tradición histórica.

Balance negativo:

            - Insuficientes medios económicos (Ayuntamiento).

            - Ausencia de banda municipal y falta de música variada.

            - Mala regulación del tráfico y de los espacios festivos por la gran afluencia de público.

            - Falta de experiencia organizativa.

 

CARNAVAL SANTANDER 1982

(Fotografía de 1982, Celebración del Carnaval en Santander. Realizada por Yanarelli, fotografía cedida por el CDIS)

 

           El Carnaval fue celebrándose año tras año hasta nuestros días, se ha ido transformando a la par que la sociedad además de ir buscando su identidad y su unión con la ciudad. El punto de inflexión en la celebración del Carnaval se acontecería en 1997, siendo Alcalde D. Gonzalo Piñeiro García-Lago en donde la festividad se vería acortada, pasando de celebrarse desde el viernes hasta el siguiente miércoles (de Cuaresma) a celebrarse únicamente de viernes a domingo (justo un fin de semana). Por tanto, desde 1982 hasta 1996 con los Alcaldes D. Juan Hormaechea Cazón y D. Manuel Huerta Castillo, los Carnavales santanderinos habrían tenido una mayor extensión de sus fiestas y ya de 1997 en adelante, Santander buscó la identidad de sus Carnavales y  tales festividades se recluirían al propio fin de semana de Carnaval, conglomerando el Carnaval infantil con la quema de la sardina en el domingo (siendo antes el domingo dedicado en exclusiva al Carnaval infantil y el miércoles de Cuaresma a la quema de la sardina).

 

GRUPO ALEGRIA 1998

(Fotografía de 1998, Celebración del Carnaval en Santander. Comparsa de “Colonia Virgen del Mar” (actualmente "Grupo Alegría"), fotografía cedida por Chus de "Grupo Alegría")

 

           En lo referente a la lectura de los pregones carnavalescos, tradición que pervivió durante largo tiempo (desde 1983 hasta 2006), cabe señalar el gran elenco de personalidades que participaron en dichas lecturas en los Carnavales de Santander: en 1983 la lectura corrió a cargo de Pio Muriedas (en 1982 no se pudo llevar a cabo por la gran afluencia de gente que hubo), en 1984 lo realizó Fernando Gomarín, posteriormente participarían otras gentes notables como Tonetti, Juan Antonio Sandoval, Arozamena, Jose Luis Abascal, Juanito Navarro y “Doña Croqueta”, Mary Sampere, los Hermanos Calatrava, Zacarías Puente, Jaume Font, Dujshebaer y Julia Llorente entre otros. Cabe señalar que en 2006, los pregones terminarían por ser suspendidos.

           También, las localizaciones de los distintos eventos carnavalescos han ido variando en el tiempo: al principio se escogían las reinas del Carnaval en la Plaza de Pombo (antigua Plaza de José Antonio) y actualmente se celebra en el Palacio de Deportes desde el 2013 siendo concejala Carmen Ruiz a petición de las  comparsas; la “Quema de la Sardina” pasó de celebrarse en la zona de la “Grúa de Piedra” a la Plaza de las Cachavas y actualmente en la Plaza de Alfonso XIII donde se puede desarrollar de forma más idónea…

           Otros cambios son por ejemplo las elecciones de las Reinas del Carnaval (categoría infantil, adulta y tercera edad) que se instauraron en los inicios y se suspendieron con Cesar Torrellas como concejal en el 2009.

           En el carnaval por esa dualidad entre lo critico y lo bullicioso, se entregarían los premios Champan o Cava y vinagre a propuesta de las comparsas, pudiendo recaer tanto sobre personas como por hechos.

 

ALCALDESA - CHAMPÁN Y VINAGRE 2007

(Fotografía de 2007, Celebración del Carnaval en Santander. Entrega premio Champán a "La Cocina Económica",  fotografía cedida por Chus de "Grupo Alegría")

 

           Hay que resaltar también que durante algunos años se han introducido eventos puntuales: así en el 2012 se celebró dentro de estas fiestas un” Concurso al Mejor Traje de Época” organizado por el Palacio de la Magdalena; en 2013, siendo concejala Carmen Ruiz, se celebró el “Carnaval en Bici, Paseo por el Parque de las Llamas” en el que había tres modalidades: personas disfrazadas en bici, personas sin disfrazar con la bici disfrazada y personas y bicis disfrazadas por igual.

 

LOS ARREGLAOS

(Fotografía de 1991, Celebración del Carnaval en Santander. Comparsa “Los Arreglaos”, fotografía cedida por Santiago de "Los Arreglaos")

 

           El protagonismo de las comparsas, charangas y murgas fue vital durante toda la historia de los carnavales de Santander, pero también en este no fue uniforme, tanto en la cantidad de comparsas y charangas de cada año como la desaparición de las murgas en el 2013.

           En conclusión, los primeros carnavales que se celebraron en Santander a partir de 1982 nacieron con ese carácter crítico y trasgresor que definió esa época en España. Al principio, por esa exaltación en la memoria de los carnavales de principios de siglo, la estética con que se presentaban los programas eran basados en la estética de aquellos libretos; esta efervescencia que estaba apoyada por otros estamentos sociales (educación, barrios) duró más de una década, pero los carnavales son una fiesta que necesita de un clamor popular ilusionado y creativo que participe activamente en la celebración de la fiesta (claro ejemplo de ello son las peñas) y además, por su parte, las comparsas necesitarían años para afianzarse e identificarse con la fiesta.

 

 

Bibliografía:

           - Crespo, M., González, F. J. y Merino, S. (2001): Las fiestas populares del municipio de Santander, Editorial Ayuntamiento (Sociedad de Artes Gráficas J. Martínez), Santander.

           - Montesino González, A.:

                      + (1984-1985): V. 3 Carnavales urbanos de Santander y Santoña, Ediciones Tantín, Santander.

                      + (1986): Literatura satírico-burlesca del carnaval santanderino: [1875-1899], Ediciones Tantín, Santander.

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[1] En Montesino González, A. (1984-1985): V. 3 Carnavales urbanos de Santander y Santoña, Ediciones Tantín, Santander, pp. 3-5.

[2] Op. Cit. pp. 46-47.

[3] Con notorio comentario en El Cantábrico, 26-II-1914.