Ayuntamiento de Santander


Las obras de renovación urbana de la calle Isabel II comenzarán en el mes de enero

01 Jan 2019
Ayuntamiento de Santander
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La mesa de contratación ha propuesto adjudicar los trabajos a la empresa Rucecan por importe de 697.618 euros

Las obras de renovación urbana de la calle Isabel II, que conllevarán la ejecución de nuevas aceras más anchas y la plantación de arbolado con parterres, comenzarán a lo largo del mes de enero, según ha avanzado el concejal de Infraestructuras, Urbanismo y Vivienda, César Díaz.

La mesa de contratación ha propuesto adjudicar los trabajos, por importe de 697.618 euros, a la empresa Rucecan, que tendrá un plazo de nueve meses para la ejecución de las obras.

Antes del inicio de las actuaciones, el Ayuntamiento mantendrá una reunión con comerciantes del entorno para planificar los trabajos, como también se hizo para la elaboración del proyecto. La idea es desarrollarlos en varias fases para minimizar así las afecciones al tráfico y a la actividad comercial, ha explicado Díaz.

El proyecto de renovación urbana de esta calle permitirá dotarla de aceras más anchas, así como arbolado y zonas verdes que separarán el tráfico rodado del área peatonal. También se prevé la instalación de nuevas luminarias para mejorar el alumbrado público, tal y como nos solicitaron los comerciantes durante la redacción del proyecto.

Además, se cambiará el pavimento actual de las aceras por otro a base de losas de granito y se mejorarán las redes de servicios urbanos existentes bajo la calle. Asimismo, se aprovechará para soterrar los tendidos aéreos actuales y para intervenir en la manzana situada al final de la calle, delimitada también por las calles La Paz y Francisco de Quevedo.

“El objetivo principal es generar un espacio más amable, con parterres verdes, vegetación y arbolado que lo hagan más atractivo y sirvan a la vez de transición entre las áreas destinadas al tráfico y a los peatones”, ha resumido Díaz.

Con este proyecto, se da continuidad a otras actuaciones de mejora urbana que se han ido realizando en este entorno, como las desarrolladas los últimos años en Lealtad, Emilio Pino, la calle Cádiz, Juan de Herrera, la plaza de Las Cachavas, el entorno de Las Estaciones o la reciente renovación de la calle Cervantes.

De esta manera, se renuevan y modernizan espacios urbanos muy frecuentados y con una importante actividad comercial, contribuyendo a su impulso y revitalización, ha señalado Díaz, quien ha resaltado también el empuje que representan estos proyectos para la inversión productiva y para la generación de actividad económica.

 

 

Principales actuaciones

El proyecto de renovación urbana de Isabel II plantea diferentes intervenciones en los distintos tramos en función de las necesidades detectadas en cada uno de ellos y de las mejoras de las que han sido objeto ya las calles adyacentes.

En el primer tramo, que va desde la calle Castilla hasta Calderón de la Barca, se mantendrán las alineaciones actuales, reduciendo a dos los carriles de circulación para facilitar la incorporación desde Antonio López y el posterior giro a la izquierda de los vehículos que se dirigen a la estación de autobuses, que en la actualidad invaden el carril central para la maniobra.

Mientras tanto, en el tramo de Calderón de la Barca a Calvo Sotelo se concentra el tráfico también en dos carriles, aumentando su anchura para facilitar la circulación. Además, a ambos lados se dispondrán zonas verdes con plantas bajas de colores variados y arbolado de mayor porte con el fin de separar las zonas peatonales del tráfico.

Ya en la zona del Ayuntamiento, desde el cruce de Calvo Sotelo hasta la altura de la calle La Paz, se mantienen las aceras actuales, que han sido objeto de actuaciones recientes, y se renueva el asfaltado.

Y en el tramo final, hasta la confluencia con la calle Cubo, se aprovecha para ensanchar la acera que discurre junto al Mercado de la Esperanza, manteniendo el aparcamiento de carga y descarga existente en este punto.

El proyecto incluye también la intervención en la manzana delimitada por Isabel II, la calle La Paz y Francisco de Quevedo, mejorando su urbanización gracias al ensanche de las aceras y la colocación de pavimento de adoquín de granito en la calzada.