Santander acogerá en octubre el XI Encuentro Nacional de Biodanza
17 Sep 2016
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Se celebrará del 7 al 9 de octubre y reunirá a profesores, directores de escuelas y practicantes de esta disciplina
Más de 300 personas se darán cita en Santander del 7 al 9 de octubre en el XI Encuentro Nacional de Biodanza, en el que profesores, directores de escuelas y practicantes de esta disciplina revisarán las últimas investigaciones en este campo y sus aplicaciones en distintas áreas.
El encuentro, organizado por la Escuela SRT de Bilbao, se desarrollará en el Hotel Santemar, según ha avanzado la concejala de Turismo, Gema Igual, tras reunirse con Violeta Pérez, una de las impulsoras de la actividad.
Igual ha agradecido a los organizadores del encuentro la elección de Santander para su reunión de este año y ha considerado que se trata de una buena oportunidad para promocionar esta práctica en la ciudad y, también, para generar actividad en el sector turístico fuera de los periodos de mayor demanda.
En este sentido, la concejala ha destacado que el sector de congresos y eventos constituye “un potente dinamizador de la actividad turística fuera de los periodos vacacionales habituales, lo que avala la apuesta que está haciendo la ciudad, con el Ayuntamiento a la cabeza y de la mano de los profesionales del sector, para seguir creciendo en este mercado tan importante para desestacionalizar la actividad”.
En el caso del XI Encuentro Nacional de Biodanza, reunirá a más de 300 personas vinculadas a este sistema de desarrollo humano, entre practicantes, profesores, didactas y directores de escuelas de biodanza de toda España, Latinoamérica, Europa e Israel.
Se trata de un encuentro abierto a personas vinculadas o interesadas en este sistema de desarrollo humano, que pueden inscribirse a través de la web www.encuentroespanol.com antes del 30 de septiembre.
El objetivo de este encuentro es compartir y profundizar en los avances teóricos, científicos y vivenciales que acompañan el avance de esta herramienta de desarrollo humano y crecimiento personal.
El programa incluye ponencias sobre las últimas investigaciones, proyectos y avances teórico-científicos de las bases de biodanza, así como de vivencias o sesiones prácticas.
En cuanto a las ponencias, resaltan las dedicadas a la aplicación de la biodanza en las escuelas, en cárceles o con víctimas de violencia de género, así como las relativas a los avances en biodanza clínica, entre otras.
La biodanza
La biodanza se define como un sistema de integración humana, de renovación orgánica, reeducación afectiva y de reaprendizaje de las funciones originarias de vida.
Su aplicación consiste principalmente en vivencias personales inducidas a través de la música, el movimiento y situaciones de encuentro en grupo con el objeto de permitir a las personas la conexión y expresión con sus propias capacidades innatas que les conduzcan a una vida más saludable, plena y feliz.
Nació en los años 70 en el Hospital Psiquiátrico de Santiago de Chile, de la mano del psicólogo y antropólogo Rolando Toro Araneda. Inicialmente su aplicación se centró al ámbito clínico si bien, en sus más de 50 años de existencia, ha evolucionado hacia el ámbito social.
La práctica de esta herramienta de trabajo psico-corporal tiene multitud de beneficios para la salud, tanto a nivel fisiológico, físico-corporal, psicológico y existencial.
A nivel fisiológico, las vivencias inducidas durante las sesiones de biodanza tienen un efecto regulador de la actividad neurovegetativa, de los procesos homeostáticos del organismo y del sistema límbico-hipotalámico, lo que restablece el equilibrio psicofísico, reduce el estrés y fortalece el sistema inmunológico.
A nivel corporal, favorece la salud física, ya que da fluidez, flexibilidad, potencia, coordinación y ritmo a las personas, mejorando así la relación con su cuerpo.
Por otra parte, a nivel psicológico, fomenta que las personas conecten consigo mismas, potenciando así su autoimagen, autoestima y valor personal, favorece la gestión emocional saludable, genera mayores sensaciones de alegría y bienestar. Además, al tratarse de una actividad grupal favorece la conexión con otras personas, mejorando así las relaciones sociales, la afectividad y empatía.
Este movimiento está incorporado actualmente en más de 50 países de todo el mundo, con más de 200 escuelas oficiales. En Cantabria existen grupos semanales y talleres de biodanza en Santander, Torrelavega y Cabezón de la Sal, guiados por Violeta Pérez, y en Laredo y Colindres de la mano de Chefi González.
