Ayuntamiento de Santander


Santander celebra este año el 40 aniversario del nombramiento de la Virgen del Mar como patrona

23 May 2019
Ayuntamiento de Santander
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Las actividades del programa festivo comenzarán este viernes, 24 de mayo, y se prolongarán hasta el 10 de junio

Santander celebra este año el 40 aniversario del nombramiento de la Virgen del Mar como patrona de la ciudad con un programa de actividades que arrancará este viernes, 24 de mayo, y se prolongará hasta el lunes 10 de junio.

Un mercado corsario y bucanero, la tercera edición de la recreación del desembarco pirata, actividades infantiles, actuaciones folclóricas, conciertos de los Gordini y Los Carabelas, un concurso infantil de dibujo y relato, y fuegos artificiales son algunas de las propuestas que se sucederán a lo largo de estos días para conmemorar la festividad.

La alcaldesa de Santander, Gema Igual, ha informado del programa de actividades junto al presidente de la Hermandad de la Virgen del Mar, Jesús Arroyo; el presidente honorífico, Jesús Ceballos; la secretaria, Saray González, y la concejala de Barrios y Participación Ciudadana, Carmen Ruiz.

Según ha señalado la alcaldesa, este año se trata de una celebración especial, porque se cumplan 40 años desde el nombramiento de la Virgen del Mar como patrona de la ciudad y 25 de la creación de la Hermandad, a la que ha agradecido el trabajo que viene realizando desde entonces para mantener y perpetuar esta tradición.

Además, ha recordado que este año será jornada festiva, lo que permitirá a muchos más santanderinos poder disfrutar de las actividades organizadas por la Hermandad con la colaboración del Ayuntamiento.

El programa festivo arrancará este fin de semana, con una actuación de los Gordini el viernes 24, a las a las 20.00 horas, en la plaza Porticada, y una masterclass de zumba el sábado 25, a las 12.00 horas, en este mismo lugar, con la colaboración del centro deportivo Go Fit.

De esta manera, se trata de acercar la celebración de la Virgen del Mar al resto de la ciudad y animar a más santanderinos a conocer su historia y compartir esta festividad con los vecinos de San Román, tal como ha apuntado Jesús Arroyo.

Las actividades continuarán la próxima semana, en concreto, el jueves 30 de mayo, a las 21.00 horas, con la procesión de las antorchas para trasladar la imagen de la Virgen desde su ermita hasta la parroquia de San Román, y con el inicio de la novena.

Después, entre el 8 y el 10 de junio se sucederán numerosas actividades en la isla de la Virgen del Mar, que acogerá también un mercado ‘corsario y bucanero’.

El sábado 8 será el denominado ‘Día Histórico’, que incluirá una representación histórica del robo de la imagen, con el III Desembarco Pirata (18.00 horas), en el que participarán cerca de un centenar de personas. El día concluirá con romería pirata (20.00 horas), fuegos artificiales (23.30 horas) y, a continuación, verbena.

Por su parte, el domingo 9 de junio será una jornada marcadamente familiar, con juegos, talleres, chocolatada, espectáculo infantil y karaoke. Ese día será también el concurso de dibujo y relato corto para niños y jóvenes, una iniciativa a la que se ha invitado a participar a todos los colegios santanderinos.

Finalmente, el lunes 10 de junio se celebrará el Día Grande, con la procesión desde la parroquia de San Román hasta la ermita (a las 10.45 horas), la misa al aire libre en la que la Corporación municipal y el Cabildo Catedralicio renovarán el voto a la virgen (12.00 hora) y la tradicional comida popular.

Como otros años, habrá actuaciones folclóricas, juegos y actividades infantiles, sorteos y, además, un recital de Los Carabelas (17.30 horas).

Muchísimas actividades, que crecen año a año y en las que se busca implicar a toda la ciudad, tal como ha resumido la alcaldesa, que ha felicitado a la Hermandad de la Virgen del Mar por ese trabajo.

Historia

La leyenda más persistente asegura que la talla de madera de la Virgen del Mar -una imagen gótica de finales del siglo XIII o principios del XIV- apareció flotando sobre una tabla entre las rocas de la costa, procedente de alguna nave hundida

Cuando apareció, los vecinos quisieron hacerla un santuario en Rostrío, pero, según otra leyenda, los materiales de la obra aparecían por la noche en la isla en la que finalmente se construyó la ermita (alrededor del año 1400).

La ermita fue fundada a finales del siglo XIV por Gonzalo Fernández de Pámanes, miembro de uno de los seis linajes primitivos de Santander y cuyo sepulcro se encuentra en su interior.

Existe un antiquísimo voto a cumplir por parte del Cabildo y el Ayuntamiento de la villa en el lunes siguiente a la Pascua de Pentecostés, que se sigue cumpliendo en la actualidad.

La imagen de la Virgen ha ejercido un extraordinario influjo en la ciudad de Santander y, a lo largo de la historia, en múltiples ocasiones se ha recurrido a esta Virgen para que intercediera ante situaciones que asolaban la ciudad.

Así, en diciembre de 1596 Santander padeció una epidemia de peste muy grave,  que trajo un barco holandés procedente de Flandes.

Para evitar el contagio, el Ayuntamiento puso todos los medios a su alcance: médicos, cirujanos, cierre de las puertas de las murallas, riego de las calles con vinagre, rogativas, etcétera, pero a la vista del poco éxito (se morían diariamente entre 30 y 40 personas), se decidió ir a por la Virgen del Mar y traerla de la ermita a la Iglesia Mayor. A finales de mayo de 1597 y gracias a la intercesión de la Virgen, la epidemia desapareció.

También, en 1848, la ciudad padeció una importante sequía que dañó todas las cosechas en la provincia y se decidió hacer una rogativa a la Virgen. Ese mismo día comenzó a llover a raudales.

La reina Isabel II visitó la ermita en 1861 e, impresionada por la devoción a la Virgen del Mar y agradecida por el cariño que le mostraron los santanderinos, obsequió a la imagen con un manto de terciopelo rojo recamado en oro que se conserva en la ermita.

El 4 de junio de 1979 la Virgen del Mar fue proclamada oficialmente patrona de Santander por el entonces obispo Juan Antonio del Val. Su sucesor, José Vilaplana, la coronó canónicamente el 25 de junio de 2005.