Ayuntamiento de Santander


AUTOCARAVANAS (MOCIÓN CONJUNTA PRC + PSOE)

24 Ago 2015

El llamado turismo itinerante está en auge en nuestro país, en el que hay registradas unas 40.000 caravanas, que se suman a las más de 200.000 que visitan cada año España. Se estima que esta modalidad turísitica reporta a nuestro país unos ingresos anuales entorno a los 200 millones de euros.

Santander es considerada por los autocaravanistas como un ‘punto negro’ en sus rutas. Basta un rápido vistazo por las webs especializadas para ver cómo cientos de potenciales visitantes son disuadidos por otros usuarios de, si quiera, intentar visitar la capital cántabra.

El PRC lleva años instando al equipo de Gobierno a que no se maltrate a un colectivo que puede reportar ingresos extras a los establecimientos hosteleros de la ciudad, puesto que, si bien es cierto que lógicamente estos turistas no harían uso de las plazas hoteleras, sí que consumirían en el resto de oferta complementaria.

No en vano, es bien sabido que el turismo de autocaravanas está ligado a familias con un poder adquisito medio-alto, necesario para el desembolso de entre 40.000 y 200.000 euros que cuesta la autocaravana. Así lo corroborna el Ministerio del Interior en el Manual de Movilidad en Autocaravana, editado por el Observatorio Nacioanl de Seguridad Vial en 2008. En él se destaca, además, que este tipo de turismo, aunque con mayor actividad en los meses estivales, es sostenido durante todo el año, por lo que, paralalamente, podría contribuir a mejorar en uno de los males endémicos del turismo santanderino, su estacioanlidad.

El viajero de autocaravana no es un excursionista estacional, no tiene encaje en el concepto tradicional del turista de temporada, sol y playa. Para los autocaravanistas se trata de un estilo de vida, que da satisfacción a una necesidad de cnocer viajando libre de ataduras de horarios de lelgada a las reservas hoteleras. Constituyen, por tanto, una fuente potencial de beneficios para aquellos municipios por donde pasan.

Como única medida en este ámbito, el Ayuntamiento de Santander habilitó un área de estacionamiento en la calle César Llamazares para un máximo de 15 autocaravanas. Un gesto insuficiente, que no cumplió las expectativas del sector, y muy alejado de los esfuerzos que otras capitales de nuestro entorno están realizando para atraer a potenciales visitantes.

Aunque la Dirección General de Tráfico ha dejado claro la diferencia entre el estacionamiento y el aparcamiento de autocaravanas, y se prevé que el futuro Reglamento General de Circulación zanje definitivamente esta cuestión, la realidad hoy en nuestra ciudad es que el artículo 22.4 de la Ordenanza de Circulacion municipal establece la prohibición de estacionar en la ciudad a las autocaravanas, obviando que la autocaravana, además de alojamiento, es un vehículo.

 

 

PROPUESTA DE RESOLUCIÓN

 

  1. Modificar el artículo 22.4 de la Ordenanza de Circulación, excluyendo a las autocaravanas de los tipos de vehículos a los que se prohíbe el estacionamiento, manteniendo la prohibición de acampada.
  2. Iniciar los estudios, en conversación con las asociaciones de autocaravanistas, para buscar una nueva ubicación para un área de servicio para autocaravanas con mejores condiciones que la actual, que, además de las instalaciones de saneamiento necesarias, tenga una buena conexión con el transporte urbano y servicios.